En un día sombrío y lluvioso a finales de febrero, los rayos de la justicia brillaron. Fue un día de alegría para la familia de un cliente representado por el bufete.
Antecedentes
Mientras intentaba cruzar la calle, nuestro cliente fue atropellado por un autobús de la Autoridad de Tránsito de la Ciudad de Nueva York (NYCTA). Sufrió una fractura de pierna que, afortunadamente, no requirió cirugía. Sin embargo, no solo fue víctima de esta importante colisión; también fue víctima de falsas acusaciones de que estaba ebrio y se tropezó salvajemente con el autobús. Nuestro cliente no recordaba el incidente, ya que se golpeó la cabeza al caer y no pudo refutar directamente algunas de las descabelladas acusaciones en su contra.
Aquí en Raphaelson & Levine, inmediatamente buscamos limpiar el nombre de nuestro cliente, atribuir la culpa donde correspondía (es decir, a la NYCTA), y obtener una compensación financiera significativa para él. Desafortunadamente, nuestro cliente falleció más tarde por causas no relacionadas. Su hermana fue nombrada administradora de su patrimonio y continuó luchando por la justicia.
Trabajo arduo
El socio Howard Raphaelson llevó a cabo una investigación temprana de todos los pasajeros del autobús. Consiguió una declaración jurada crucial que establecía no solo que nuestro cliente no estaba ebrio, sino que el conductor no estaba prestando atención y desvió el autobús directamente hacia él mientras estaba parado cerca de la doble línea amarilla, esperando que el autobús pasara para poder seguir cruzando. Un pasajero incluso juró que le gritó al conductor: "¡Cuidado, cuidado!" con la esperanza de salvar a nuestro cliente.
Otro miembro de nuestro equipo, Jason Krakower, interrogó hábilmente al conductor del autobús, obteniendo admisiones perjudiciales de que el peatón, nuestro cliente, nunca entró en el carril del autobús y que el autobús, de hecho, se desvió sobre la doble línea amarilla, golpeando a nuestro cliente.
Resultados gratificantes
El resultado fue la culminación de dos años de litigio agresivo en equipo. Todo el bufete trabajó conjuntamente para asegurar que se obtuviera justicia. El socio Andrew Levine creó una presentación ante el tribunal que obligó a la NYCTA a finalmente aceptar la responsabilidad.
El bufete está muy contento de obtener esta compensación para la merecedora familia de nuestro cliente, pero, lo que es más importante, de limpiar su nombre y obtener una justicia largamente esperada.